H
oy ha sido un día balanceado, apliqué varios exámenes a unos alumnos que no habían podido aplicar antes y les fue muy bien. También saqué el contrabajo de su funda y lo toqué después de una semana de no hacerlo y me sentí feliz con el resultado que logré hoy. En el huerto salí a transplantar unos pepinos que estaban listos para irse a la tierra y lo disfruté mucho.
Pero cuando volví a mi cuarto, me di cuenta de que parece un chiquero; hay ropa tirada por todos lados, mi tocador tiene toda clase de objetos raros y fuera de su lugar incluyendo un violín y una muñeca (?!). Si, soy un desastre.
Alguna vez escuché la frase “El desorden que permites en tu casa es proporcional al desorden que permites en tu mente” y en este momento siento que es verdad. Ojalá todo fuera tan simple como que recoges la casa y se te acomodan los sentimientos y pensamientos, pero aún así tengo el propósito de mañana intentar arreglar por lo menos mi cuarto y veremos si por lo menos uno que otro pensamiento por ahí también se acomoda.
...
En otras noticias tengo un viaje que se acerca rápidamente, y hablando de la dualidad, este viaje me alegra tanto como me aterra. Es un viaje un poco decisivo para mi futuro y en estos momentos no me siento con la fuerza y la claridad de tomar decisiones así de grandes, pero no hay vuelta atrás, ayer notifiqué a mi trabajo que no continuaré laborando el siguiente año, así que mi desempleo ya tiene fecha confirmada.
Volviendo a leer todo esto que escribo me doy cuenta de cuanto necesito una persona en mi vida que ponga un alto y me diga “no mames”, no, desafortunadamente no puede ser mi mamá esa persona, porque soy huérfana de madre desde hace un año y medio, pero conociéndola es capaz de mandar a alguien para que me diga el tan necesitado “no mames”. Lo anterior es una pequeña broma, me encantaría creer que ella pudiera hacer algo así pero la verdad es que se que si existe vida después de la muerte, nos ocuparíamos en esa nueva vida a hacer cosas más relevantes y gratificantes que andar cuidando de los vivos.
En fin, ya veré que me depara el mañana.
oy ha sido un día balanceado, apliqué varios exámenes a unos alumnos que no habían podido aplicar antes y les fue muy bien. También saqué el contrabajo de su funda y lo toqué después de una semana de no hacerlo y me sentí feliz con el resultado que logré hoy. En el huerto salí a transplantar unos pepinos que estaban listos para irse a la tierra y lo disfruté mucho.
Pero cuando volví a mi cuarto, me di cuenta de que parece un chiquero; hay ropa tirada por todos lados, mi tocador tiene toda clase de objetos raros y fuera de su lugar incluyendo un violín y una muñeca (?!). Si, soy un desastre.
Alguna vez escuché la frase “El desorden que permites en tu casa es proporcional al desorden que permites en tu mente” y en este momento siento que es verdad. Ojalá todo fuera tan simple como que recoges la casa y se te acomodan los sentimientos y pensamientos, pero aún así tengo el propósito de mañana intentar arreglar por lo menos mi cuarto y veremos si por lo menos uno que otro pensamiento por ahí también se acomoda.
...
En otras noticias tengo un viaje que se acerca rápidamente, y hablando de la dualidad, este viaje me alegra tanto como me aterra. Es un viaje un poco decisivo para mi futuro y en estos momentos no me siento con la fuerza y la claridad de tomar decisiones así de grandes, pero no hay vuelta atrás, ayer notifiqué a mi trabajo que no continuaré laborando el siguiente año, así que mi desempleo ya tiene fecha confirmada.
Volviendo a leer todo esto que escribo me doy cuenta de cuanto necesito una persona en mi vida que ponga un alto y me diga “no mames”, no, desafortunadamente no puede ser mi mamá esa persona, porque soy huérfana de madre desde hace un año y medio, pero conociéndola es capaz de mandar a alguien para que me diga el tan necesitado “no mames”. Lo anterior es una pequeña broma, me encantaría creer que ella pudiera hacer algo así pero la verdad es que se que si existe vida después de la muerte, nos ocuparíamos en esa nueva vida a hacer cosas más relevantes y gratificantes que andar cuidando de los vivos.
En fin, ya veré que me depara el mañana.

Comentarios
Publicar un comentario