Hola Fer, esta carta es un momento que te quiero regalar para apreciarte como si te viera desde fuera de este cuerpo. Has pensado muchas veces como sería verte con unos ojos nuevos ver lo que los demás ven, pero en este momento te digo, que no necesitas otros ojos, para ver todo lo que significas solo se necesita una mirada nueva, sincera y amorosa y para eso es este espacio.
Te miro, y te observo todos los días, veo las pequeñas cosas que te hacen sonreír cuando nadie te ve, son cosas simples pero son muchas y construyen lo lindo de la vida: el zumbido de una abeja, el olor de una flor, el olor a tierra, una nube perfectamente formada y esponjosa y la aparición de un rato crepuscular entre ellas, ver cómo una piedra encaja perfectamente en el hueco en el que habita o que sin querer se forme un patrón simétrico en la calle o la naturaleza, ver una plantita recién nacida o unos pájaros cortejando, en fin, puedo mencionar muchas cosas y nunca acabaría. Y entre todas esas cosas bellas de la vida a veces apareces tú, en el reflejo de algún espejo o cristal, el mundo te hace un recordatorio de que habitas en el, de que los demás también te miran, de que tienes cuerpo y cara, y unos ojos para contemplar lo que eres y lo que te rodea, esos ojos lloran de dolor y de risa, y se enchinan cada vez que ríes a carcajadas.
Y sin decirlo en un contexto común, estoy enamorada de ti, de todo lo que eres, de ese ser tan impactante que descubre uno cuando te conoce, tus buenos días son tan generosos y tus dias complicados son tan apasionantes, que no hay forma de que en en cualquiera que sea el caso quiera estar lejos de ti.
Y yo que habito dentro de ti, no tengo las palabras ni el léxico suficiente para poder describir lo que es tu mente, basta con decir que la comparación más simple que se me ocurre es la de un universo que se expande a velocidad descontrolada, ahí todo es posible y todo está sucediendo y sucedido. Y es que quien te conoce de verdad indirectamente también conoce todo eso que sucede dentro, en tu creatividad están pequeñas partículas que se escapan del universo de tu mente y se materializan en el mundo tangible, y es por eso que es tan fácil hacer arte para ti.
Tu sensibilidad es algo que mucho tiempo has visto como una maldición, pero yo creo que un ser insensible simplemente se perdería la mayoría de las cosas que hacen valiosa esta vida, un corazón de piedra no puede sentir dolor pero tampoco felicidad. Y es que en un mundo donde existen más de 3,000 palabras para describir como nos sentimos, no sentir es un desperdicio.
Agradezco ser tu, agradezco vivir la experiencia de habitar está piel, y este mundo, y este tiempo y espacio. Agradezco que todo el dolor que he llegado a sentir me hace simplemente más humana. Agradezco a qué gracias a ese dolor no soy insensible al dolor ajeno venga de quien venga.
Agradezco todo el amor que has dado, aunque no haya sido correspondido como esperábamos.
Agradezco que hemos comenzado a sanar cosas que no sabíamos que teníamos que sanar.
También agradezco cada una de las cosas que he vivido, porque cada desición que tome o no formaron el camino por el que he caminado y por el que he ido formando valiosos recuerdos que añorare hasta mi último día en este plano.
Gracias por ser tu, gracias por seguir aquí.
Te quiero y amo, te miro y te respeto.
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